La Sub-20 de El Salvador, con esfuerzo, jugando con entrega, consiguió uno de los tres boletos al Premundial de Costa Rica 2017. Derrotó a Panamá 0-2 y con alegría inmensa, como la “final” que los jugadores dijeron que sería el juego del sábado, cumplieron el objetivo frente a unos canaleros que aparecían como favoritos y los eliminaron.
Y aunque no se trató de las mismas instancias, El Salvador repitió otra historia con los canaleros. Dejó en el camino a Panamá de cara al Premundial, tal como lo hizo cuando lo dejó fuera del Mundial en Puebla 2013. Paginas distintas, pero con finales felices.
Hubo nervios en el arranque para El Salvador. Panamá Salió a atacar, abierto, con presión. Los nacionales tuvieron que mantener la calma, para no descuidarse atrás. Los canaleros llegaron en dos ocasiones, con pelota parada, al arco de Mario Martínez, que en los primeros segundos casi regalaba un balón. Después, fue Denilson Vidal el que salvó un centro de Justin Simons y que intentó mandar a puerta Leandro Ávila.
Apenas eran cinco minutos, con la Sub 20 ordenada en la media, y solo una escapada de Brayan Paz que se intentó combinar con Marcos Rodríguez, pero éste no alcanzó la pelota. La fortaleza física panameña, por su parte, empezó a pesar con los trazos largos y los alcances de Simons, por carril izquierdo.
Era a todo o nada para ambas selecciones. Pero la urgencia debía evitar cualquier fallo. Hasta el primer cuarto, ni nacionales, ni canaleros habían pecado en egoísmos, y habían dado buena propuesta ofensiva. Por momentos, Panamá explotaba sus cualidades de velocidad, pero El Salvador sabía aguantar y buscaba abrir espacios.
La alegría estaba así escriba para una ventaja momentánea. La Azulita tuvo un tiro libre que cobró Enrique Contreras, el balón en el área lo encontró Denilson Vidal, quien la peinó y la metió al costado izquierdo del portero Samuel Baptista (16’).
La “roja” panameño no perdió control de pelota, al contrario lo ganó más y siguió yendo a buscar el resultado. Eso, por momentos, hizo que los dirigidos por Eduardo Lara se desordenaran y que Martínez saliera a arriesgar más, con algunas imprecisiones para atajar.
Pero poco a poco, con todo y el afán que seguía imponiendo el equipo anfitrión, la Sub 20 cerró mejor los espacios, marcó en zonas y se reagrupó cuando fue necesario.
Era necesario cuidar el gol, pero se bajó la intensidad en su búsqueda. Fernando Castillo y Rodríguez rotaron las bandas, siendo el sonsonateco el que más iba al frente. Mientras en la media, Diego Cartagena era un pulmón de apoyo para Óscar Menjívar y Roberto Domínguez.
Los pulmones contrarios los tenían Simons y John Del Busto, ambos por sector derecho, donde más cómodos ingresaban al área nacional.
La recta final, de la primera mitad, los salvadoreños se notaron más cómodos y rechazando todo, sufriendo la pierna fuerte panameña y necesitando ir al descanso.
Lara sabía que debía poner más fortaleza para contrarrestar a los panameños, por lo que al complemento mandó a Amílcar Bermúdez por Rodríguez. Mientras Leonardo Pipino hizo ingresar dos cambios de una sola vez, porque tenía que arriesgar si quería ganar.
Pero al contrario, Panamá se quedó con diez, después de la expulsión de César Blackman, por dos amarillas, tras una falta en el área sobre Paz. Esto complicó los planes locales, pero favoreció a El Salvador, que tenía más elementos a favor para resguardar el resultado.
Panamá cayó en desesperación, y los nacionales supieron aguantar de forma inteligente, aunque eso significó recibir pegada y saber contrarrestar las embestidas de la media hacia adelante. La Sub 20 se quedó a resguardar los aciertos para servir pelotas a Castillo, el de los mayores desbordes.
Pero fue Contreras el que ayudó a conseguir ampliar la ventaja, después de que fuera amarrado en el área (57’) por Jiovany Ramos, y que el central Juan Guerra decidiera como tiro de penalti. Llegó Roberto Domínguez y lo marcó, previó a pegar en la base del poste y después ingresar (59’), para concretar el segundo.
La afición salvadoreña se entusiasmó y animó a los jugadores con el grito de “sí se puede, sí se puede, sí se puede”. Lo demás fue tener tranquilidad. De esa misma que el capitán Domínguez había hablado que era necesaria y se debía mantener, así como hacer bien las coberturas y obstruir los espacios a los panameños.
Panamá no pudo concretar su meta y, además de cerrar con nueve al ser expsado Adalberto Carrasquilla (87'), se quedó con las manos vacías. Con un adiós al Premundial en propia casa y con el verdugo salvadoreño. Los chicos están tienen ahora una cita en suelo tico el próximo año.
Fuente: edhdeportes.com