Panamá logró recuperarse dos veces de sendas desventajas y cerró un gran debut en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Nueva Zelanda 2015 al igualar con Argentina por 2-2 en el estreno del Grupo B, en un partido disputado el 30 de mayo de 2015 en el Regional Stadium de Wellington.
Los Canaleros desarmaron el festejo argentino, que a 11 minutos del final celebraban la obra de Ángel Correa, el verdadero desequilibrio argentino en la tarde-noche neozelandesa y autor de dos goles. El equipo de Leonardo Pipino sacó petróleo de sus oportunidades y se ganó los dividendos que les dejó un buen planteo.
El comienzo no podía haber sido mejor para la Albiceleste: sin que pasara demasiado en el encuentro ya estaba en ventaja. Correa aceleró por centro, buscó a Tomás Martínez y la pared del pibe de River Plate encontró nuevamente al 10 argentino, que definió bajo ante el estatismo de la defensa panameño (1-0, 14').
Parecía ser un guiño de tranquilidad en un debut, siempre necesario, pero Jhamal Rodríguez tenía otros planes y con un derechazo formidable desde 25 metros, que rompió el ángulo izquierdo de Augusto Batalla, desató la euforia en el banco panameño (19', 1-1).
El encuentro se hizo disputado en el medio, con muy pocas opciones de gol y sin un dominador claro pese a los nombres más famosos de los argentinos.
Escobar, el héroe
El segundo tiempo no fue demasiado diferente en un comienzo, salvo por un atajadón de Batalla a Luis Pereira. Argentina mejoró recién con los cambios: Cristian Pavón y Espinoza por las bandas, Adrián Cubas por el centro para organizar.
Los de Humberto Grondona comenzaron a merodear el arco de Jaime de Gracia con mayor asiduidad hasta que una entrada profunda de Espinoza la definió Correa (2-1, 79'). Parecía partido cerrado hasta que un desborde por izquierda encontró en el segundo palo a Fidel Escobar. El panameño le dio con el alma para definir fuerte y bajo (2-2, 84').
Argentina debuta así con una mueca en el rostro y Panamá con una sonrisa que pudo haber sido mayor si, en una de las últimas jugadas, Carlos Small hubiese definido bien un clarísimo mano a mano.
Fuente y foto: fifa.com