Otro puntito. De uno en uno. Así va El Salvador en el eliminatorio UNCAF sub-20. Si ante Belice pecó de falta de contundencia y contra Guatemala de falta de serenidad para manejar los últimos minutos del encuentro, ayer apeló al sufrimiento para amarrar un empate que lo deja con cinco puntos en la segunda posición del torneo. Sigue invicto pero no despega. Suma pero no aprovecha los patinazos de los rivales para sacar una ventaja que le pueda permitir dormir tranquilo.
El Salvador arrancó mejor el encuentro. Entonado con la presencia de Josué Hernández en el medio campo en lugar de Romilio, la Azulita se enganchó a los arranques que tenía el diminuto jugador de Atlético Marte, al grado que hubo dos acercamientos al arco hondureño en los primeros minutos, aunque ninguno se concretó en anotación.
Sin embargo, conforme el partido avanzó, el ímpetu con que arrancaron los pupilos de Mauricio Alfaro se fue enfriando. La lluvia que había caído sobre la capital hizo pesada la cancha del Cuscatlán y Honduras también apeló a sacar el músculo para conseguir algún tipo de equilibrio en la posesión de la pelota.
Un tiro de esquina al que Carlos Cañas le metió los puños y un “clavado” dentro del área que el árbitro no dio como penalti fueron las aproximaciones más peligrosas de los catrachos antes que el reloj alcanzara la media hora de juego. Mientras, la Azulita tenía un remate de Dennis Pineda a las manos de Roberto López como respuesta.
Los últimos 15 minutos de la primera mitad volvieron a la tónica de un El Salvador más incisivo, con un centro de Dennis Pineda por derecha que casi encuentra a Bryan Pérez en el otro palo y un remate de fuera de área de Josué Hernández que llegó a donde estaba el meta catracho.
Insistía más El Salvador, pero Honduras esperaba el momento para soltar un golpe que tuviera efecto psicológico y que casi llega con un disparo de Rolin Álvarez en el que Cañas bajó bien.
Y luego, otro ataque de habilidad cuscatleca. Bryan Pérez y Pineda se enfrentaron con suficiente espacio en dos contra tres contra la defensa catracha; sin embargo, Pérez abusó de individualismo: atrajo todas las marcas y antes de abrir con el compañero en solitario probó con el remate que le salió manso al portero.
Tanto asustó el chance cuscatleco que Honduras metió uno similar. Apenas unos segundos después de la jugada de Pérez, apareció Kevin Álvarez en un tiro libre que obligó a volar a Cañas para sacarla por encima del horizontal.
Fueron los mejores minutos de la primera mitad. Coronados luego con un tiro libre cerrado de Juan Barahona que nadie tocó pero que se cerró lo suficiente para besar el poste derecho del arco rival. Se sentía cerca el gol; sin embargo, tocaba ir al descanso y esperar que el deseo se mantuviera igual de caliente en el complemento.
Mejoró Honduras
Fue así, pero en el lado de Honduras. Si en el primer tiempo, las primeras aproximaciones habían sido de la Azulita, en el segundo fue la H la que tomó la batuta y casi abre el marcador: sobre el '47, en una escapada a la que no llegó a rematar Rolin Álvarez; y sobre el '50, en una falta de comunicación entre arquero y defensa, lo que dejó desprotegido el arco de Carlos Cañas pero con la suerte de que el cabezazo hondureño no tuviera dirección hacia portería.
El Salvador pesaba menos en la cancha. Conscientes que sus pupilos se habían venido abajo y que ya no gravitaban en lo ofensivo, “el Tuco” abrió paso a las variantes: sacó a un ya agotado Josué Hernández y entró Romilio Hernández. El mismo cambio de los primeros juegos pero con los protagonistas en diferente rol: esta vez Romilio tendría que ser el revulsivo.
el traje no le terminó de ajustar. Se ganó una tarjeta amarilla en sus primeros minutos en la cancha y luego dejó escapar una ocasión de gol en la que cabeceó sin marca pero colocó demasiado el balón a un lado del arco y lo mandó desviado, a un lado del poste.
Mientras, Honduras ya se había volcado por completo. Sacó las energías que no había utilizado en la primera mitad y comenzó a arrinconar a un El Salvador que necesitó en más de una ocasión de una exigencia máxima de sus defensas desviar remates con etiqueta de gol y de una cuota de suerte para que Albert Elis desperdiciara tener el balón a disposición solo para empujarlo al fondo sobre el '72.
La Azulita quedó condenada a intentar aprovechar una contra. Casi le sale sobre el '77, cuando Lizama le sirvió un bombón dentro del área a Brayan Landaverde, pero lastimosamente el remate fue tapado bien por el meta catracho. En el rechazo, Ronald Ventura fue anticipado.
El problema era que el intento de contragolpe dejaba desarmado el fondo. Por eso fue que la siguiente jugada tras la oportunidad malograda fue una escapada de Junior Lacayo, quien se midió solo a Carlos Cañas, quien logró tapar con lo último de sus dedos el remate al primer palo. Salvada. Y de las grandes.
Los minutos finales se contaron por ocasiones esporádicas para cada uno. Honduras continuó apretando pero ya no tuvo el efecto arrinconador, puesto que El Salvador logró parar mejor el muro para evitar que llegaran hasta el arco de Cañas; y la Azulita tuvo un par de contras que no se concretaron en llegadas de peligro porque fueron contenidas las escapadas de Ronald Ventura en una y el remate de Romilio se fue demasiado cruzado en la otra.
Y sobre el final, la más angustiante de todas. Cuando el reloj marcaba el minuto 90 y el sonido local anunciaba los dos minutos de descuento, un cabezazo de Rolin Álvarez cazó desubicado a Cañas pero bien parado a Bryan Tamacas. El cabezazo iba al fondo pero se detuvo y fue repelido por otro frentazo, esta vez del defensa de FAS, justo sobre la línea de gol.
Fuente: laprensagrafica.com