Tras la derrota por 0-3 ante Turquía en la apertura del Grupo C en Trebisonda, Gómez tuvo que dejar de lado su propia tristeza para paliar la de sus compinches. "Es difícil encontrar las palabras después de una gran derrota, pero también es muy difícil encontrar cosas que reprocharnos", estima ante el micrófono de FIFA.com. "Fue un partido muy difícil, contra un adversario muy fuerte. Simplemente les dije a mis compañeros que yo estaba orgulloso de ellos, porque lo dimos todo e hicimos todo lo que se esperaba de nosotros".
Lo que se esperaba, en realidad, era que se emplearan a fondo y trataran de compensar la falta de experiencia y las diferencias técnicas y tácticas con recursos que a los Cuscatlecos no les faltan: valor y determinación. "Sabemos que cuando El Salvador juega en una competición como ésta, todos los partidos son complicados, que cada punto que se suma o cada gol que se marca es una hazaña", admite el jugador del Turín FESA FC, el club afiliado a la Asociación Salvadoreña. "Quizá por ser la primera vez que participamos en el Mundial, hubo un poco de aprehensión y algunas vacilaciones por nuestra parte. Yo no sé cuál habría podido ser la solución para ganar, pero sé que dimos nuestro máximo. En ningún momento tuvimos miedo, y en ningún momento lo tendremos, sea cual sea el adversario".
Australia y Colombia están avisadas: El Salvador no ha tirado la toalla. "Por supuesto que todavía tenemos fe en la clasificación", asegura el expedicionario salvadoreño de más edad en Turquía. "Sólo hemos jugado un partido, y no hemos perdido las esperanzas para los dos encuentros que nos quedan. Vinimos aquí con dos objetivos. Primero, aprender, adquirir una experiencia que seguro nos será útil más tarde; eso, sean cuales sean nuestros resultados, lo alcanzaremos. Pero también queremos pasar a la segunda ronda".
Apuntar más alto
En consecuencia, Gómez se sabe de carrerilla la arenga que les va a soltar a sus camaradas antes de medirse a los Socceroos sin apenas margen de error. "Que cada palo aguante su vela; eso hará que el equipo por fuerza mejore", anuncia el gran admirador de Sergio Busquets. "Tenemos que seguir avanzando. Faltan dos partidos, dos finales, para clasificarnos, dos oportunidades de demostrar que no somos unos intrusos en el Mundial y que podemos subir todavía más arriba".
Ésa es la filosofía que ha permitido a la joven Selecta dar la sorpresa durante la competición preliminar de la CONCACAF, al clasificarse para el primer campeonato mundial sub-20 de su historia. "Somos realistas. Ninguno de nosotros espera ganar el torneo", se sincera Gómez, que ha cumplido su principal sueño de niño al tomar parte en una Copa Mundial. "Cada gol que marquemos, cada punto que consigamos será valorado positivamente, pero no hay que temblar a la hora de fijarse objetivos más altos si queremos progresar. Contra Turquía saltamos al campo con el objetivo de ganar, no sólo de limitar los daños. Tenemos que abordar los dos próximos partidos con la misma concentración y la misma motivación".
Que no es otra que salvar el primer corte, pero sobre todo encender el orgullo de todo un país. "Que todo El Salvador esté seguro de que vamos a dar lo máximo en cada partido", responde Gómez cuando le preguntamos por la imagen de la selección que le gustaría transmitir a sus compatriotas. "Todo lo que hacemos, lo hacemos por ellos, por nuestras familias, nuestros amigos, nuestros vecinos, por todos los seguidores que han venido hasta aquí, y por todos aquellos que, de una manera o de otra, nos apoyan y creen en nosotros. Todos saben que, sean cuales sean los resultados, lo daremos todo por ellos", promete.
Fuente y foto: fifa.com