Decir que Franklin Zúñiga lanza los centros desde Costa Rica y Greivin Pacheco los cabecea en Estados Unidos es, por supuesto, exagerar la situación. Sin embargo, la frase permite graficar cómo el seleccionador de Costa Rica ha mantenido motivado y en forma al goleador del combinado tico que participará en la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Portugal 2015.
Pacheco se ríe de la ocurrencia. El pívot es uno de los tres sobrevivientes del plantel que hizo historia al clasificarse para Dubái 2009, primera y única aparición de Costa Rica en una fase final sobre la arena hasta ahora. Si bien rápidamente se convirtió en un valor importante, primó una decisión de vida y en 2010 se marchó a California a estudiar y trabajar.
Es cierto que nunca dejó de formar parte del selccionado que en ese momento entrenaba Cristian Ovares. Pero fue con la llegada de Zúñiga al cargo, en abril de 2012, que las cosas empezaron a cambiar para Pacheco. "El Profe me llamó unos meses antes del Pre Mundial de Bahamas, clasificatorio para Tahití, y me dijo que quería que formara parte de su proceso. Le respondí que no podía dejar Estados Unidos. 'Entonces le envío los trabajos, usted los hace y cuando esté aquí, demuéstreme que está bien', me contestó. Así empezó lo de practicar a distancia", dice a FIFA.com el pívot o ala de 28 años, único integrante del equipo que no reside en el país.
El método de entrenamiento de Pacheco tiene un aliado clave: la tecnología. "El Pofe me manda correos con las actividades que hacen mis compañeros, a veces acompañado de un vídeo. Yo luego voy a una cancha de voleibol de arena con lo que haga falta para hacer los ejercicios y los repito. Filmo vídeos de lo que entreno y se lo envío así ve que estoy en forma, pero también para que me corrija lo que haga falta. ¡Los detalles hacen la diferencia y hasta ahora nos ha dado resultado!", exclama el jugador, que tenía 17 años cuando una fractura de tibia y peroné le quitó las ganas de perseguir el profesionalismo en el fútbol de campo.
Maduración individual y grupal
Y habrá que creerle a Pacheco, quien supo ser media punta o contención antes que su hermano lo invitara a jugar fútbol playa en 2008. En Bahamas anotó 12 goles que no alcanzaron para que Costa Rica esté en Tahití. Los 11 que aportó en el último clasificatorio tuvieron un sabor distinto, por haber logrado la clasificación al vencer en semifinales a El Salvador, anfitrión del evento y bestia negra para los Ticos. "Es un éxito que seguimos disfrutando porque, además del pasaje, nos ha dado confianza para lo que viene", explica.
Según Pacheco, esa victoria por 2-1 expuso el crecimiento del equipo en los últimos años, más allá de la posterior caída con México en la final. "Aprendimos a ser pacientes", dice a modo de título. "Antes nos desesperábamos por anotar un gol en vez de entender que hay un momento para ir buscarlo, y eso nos frustraba. Ahora sabemos que el fútbol playa es un juego de tiempos: debes saber cuándo presionar, cuándo esperar, cuándo defender, cuándo atacar... De cara al Mundial nos falta ser más disciplinados en lo táctico", avisa.
No es casual que sus palabras transmitan conceptos claros: mientras estudia kinesiología, Pacheco enseña fútbol a muchachos y muchachas californianos de entre 15 y 18 años y trabaja como asistente técnico en un equipo de fútbol de campo universitario. Además, por supuesto, suele ser invitado a jugar torneos del fútbol playa, y si todo sigue su curso normal, en breve será parte estable de la plantilla del CD Nacional de... ¡Portugal!
Pero su próxima visita a suelo portugués, dicho está, será para jugar el Mundial, donde compartirá el Grupo B con Italia, Suiza y Omán. "Difícil pero no imposible. No queremos ir otra vez pensando en competir, sino en hacer historia, como la selección el año pasado en Brasil. Ellos también son nuestra inspiración", afirma Pacheco, antes de contar que, previo al duelo decisivo con El Salvador, recibieron mensajes de aliento de Keylor Navas y Bryan Ruiz.
"Insisto, estoy convencido que podemos hacer un buen Mundial", empieza a despedirse Greivin desde San José, donde ya está con el resto del equipo esperando el viaje a Portugal. "En lo personal, todo el trabajo hecho hasta aquí me hace soñar con pelear por el título de goleo allí, algo que me quedó pendiente en las últimas dos eliminatorias. Si lo logro, eso querrá decir que todo el esfuerzo valió la pena", finaliza.
Fuente y foto: fifa.com