El año 2013 marcó con letras negras la historia del futbol de El Salvador. Entre septiembre y noviembre de ese año, 20 futbolistas de la selección nacional fueron suspendidos del fútbol, 15 de ellos de por vida, tras haberse comprobado su participación en el amaño de por lo menos cuatro partidos entre 2010 y 2013.
Se trataba, además, de una de las generaciones más talentosas en la historia del país. Nombres como Rodolfo Zelaya, Eliseo Quintanilla, Marvin González y Osael Romero, que habían puesto al balompié cuscatleco de regreso en el mapa regional, después de años de medianía, durante la eliminatoria rumbo a la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.
En ese mismo equipo comenzaba a destacar el talentoso mediocampista Arturo Álvarez, quien, alejado de los escándalos, con el paso del tiempo se ha convertido en el referente y capitán de un equipo renovado, que busca enterrar ese pasado oscuro y escribir una nueva página.
Momentos complicados
"Fue un golpe muy fuerte para el futbol salvadoreño", reconoce Álvarez, en exclusiva para FIFA.com. “Nos dolió a todos. Veníamos de hacer una buena participación en las eliminatorias, habíamos calificado al Hexagonal Final y nos quedamos cerca del Mundial. Pero sucede algo así y uno se pregunta ¿por qué?”.
En su momento, el mediocampista se deslindó fuertemente de la situación al declarar que ni siquiera le pasaría por la mente amañar un partido. Hoy, prefiere olvidar ese oscuro pasado y mirar hacia delante. “Hay una deuda con el público salvadoreño por parte de la selección, sin duda, pero hay que tomar en cuenta que éste es otro grupo. Desde el primer partido llegamos con muchas ganas de cambiar la cara. Nos unimos todos y trabajamos muy sanamente”.
Hoy, con 30 años y la responsabilidad de la generación de juego salvadoreño sobre sus hombros, el capitán lo tiene claro. Lo que haga La Selecta de ahora en adelante, tiene un destino específico. “Después de todo lo que sucedió, la afición se comportó de una manera increíble. Nos apoyó en las buenas y en las malas. Yo amo a El Salvador y quiero retribuirle esa confianza. Darle todas las alegrías”.
Pero el cambio en el futbol salvadoreño no sólo se está dando de la parte de los jugadores. En febrero de 2014, la FIFA y la Federación Salvadoreña de Fútbol anunciaron la puesta en marcha de un programa conjunto de monitoreo, implementado antes, durante y después de los partidos de La Selecta, para evitar que esos penosos incidentes se repitieran en el futuro.
Renovación por buen camino
Hasta ahora, ese nuevo enfoque en todos los niveles ha dado buenos resultados a los cuscatlecos. Con una selección renovada y las sospechas por fin archivadas en un rincón, El Salvador terminó en cuarto lugar de la Copa Centroamericana el año pasado, derrotando a su archirrival Honduras en el proceso. Y unos meses más tarde, en la Copa Oro, el equipo logró arrancarle un meritorio empate a Costa Rica. Todo eso con sólo dos futbolistas mayores de 27 años, Álvarez y el portero Luis Contreras.
Pero el objetivo es, por supuesto, Rusia 2018, y El Salvador está en la ruta correcta tras eliminar a Curaçao, que contaba en sus filas con varios futbolistas de la liga holandesa y estaba dirigida por el legendario Patrick Kluivert. “Sabíamos que no iba a ser fácil, porque se trataba de un equipo muy físico. Pero si algo tiene este equipo es carácter, y la capacidad de superar las adversidades”, declara el jugador del Videotón húngaro.
Carácter, por supuesto, pero también calidad futbolística. Dicen los sabios que una crisis es también una oportunidad y así lo ha tomado El Salvador. Después de 41 internacionalidades y 4 goles en 6 años con La Selecta, nuestro protagonista está más que autorizado para desmenuzar la situación actual del equipo. “Somos una selección que le gusta tener la posesión del balón. Hacemos un juego dinámico, que busca la portería del rival. Somos un equipo joven y talentoso, así que ¿por qué no atrevernos?”, afirma el nacido en Houston, Estados Unidos.
Y es atrevimiento lo que necesitará el equipo, si quiere llegar a ese Hexagonal final y borrar las recientes páginas negras del pasado salvadoreño. Un grupo difícil lo espera, con México, Honduras y Canadá aunque, para el capitán Arturo Álvarez, el cielo es el límite ahora. “Sinceramente tenemos la capacidad de ser mejores, de llegar al Hexagonal. Sabemos que va a ser un camino difícil pero cualquier cosa es posible. Hemos superado ya muchos obstáculos. No veo por qué no podamos hacerlo de nuevo”.
En noviembre se comenzará a saber si El Salvador ha cumplido con ese objetivo pero, suceda lo que suceda, de la mano de Arturo Álvarez, sus compañeros y un compromiso integral por hace las cosas bien, La Selecta ya ha conseguido su primer triunfo.
Fuente y foto: fifa.com