Holocausto para Diriangén, el equipo clásico recibió un recital, lecciones de futbol por los universitarios de la UNAN-Managua. Fue un sábado de noche de brujas para los Caciques, que siendo teóricamente mejores tuvieron daltonismo futbolístico, causado por el atrevimiento del sorpresivo y nuevo campeón del Torneo Apertura, comandados por el estratega en la media cancha Henry García, el líder del pelotón de fusilamiento Daniel Reyes y sin olvidar el aprovechamiento del error entre defensa y arquero, que Juan Carlos Rosales no dudó en clavar en la portería.
La UNAN, quien es Campeón en apenas su segundo año en Primera División, no necesitó al colombiano Jonathan Donado, el Diriangén del primer tiempo no fue lo suficientemente pujante como para distorsionar la historia, cambiar el futuro y forjar el milagro, querían el tesoro sin navegar en las aguas tormentosas. A pesar que los primeros minutos del encuentro fueron muy intensos, no había claridad en las llegadas, el terreno parecía un orfanato con el balón confundido.
Sin embargo, cuando la pelota cambiaba constante de dueño, apareció el robo magistral del colombiano Juan Congo sobre el defensor Nasser Valverde en la línea lateral derecha al minuto 31, inmediatamente se sumó Henry García, recibió la pelota, corrió como si el Coyote lo perseguía, entró en el área pequeña, hizo un amague, se abrió espacio entre serpientes y centró a Daniel Reyes, el delantero goleador del Torneo, que tiene la idea del gol clavado entre ceja y ceja y no se equivocó, a pesar de la salida temeraria del portero Carlos Mendieta. 1-0, la pelota había entrado con obediencia.
Posteriormente, 11 minutos después cuando el Diriangén encontraba respiración, buscaba la apertura ofensiva y se creía que podían forjar el empate a un gol, ocurrió el suicidio. Carlos Membreño, defensor del Diriangén pecó por falta de comunicación con su arquero, llegó a la frontera del área pequeña y no le dio el balón a Carlos Mendieta, quiso jugar en terreno prohibido y Juan Carlos Rosales se mostró como un fantasma, asaltó el esférico y enterró las pretensiones diriambinas.
PALOMINO, FIGURA
Bajo los tres palos Óscar Palomino salvó a la UNAN de un primer tiempo que pudo ser doloroso, cuando al minuto 36, un tiro libre de Carlos Torres tenía pasaporte para entrar y lo que sería el empate, pero el arquero colombiano la desvió hacia su izquierda, un clavadista con notas de excelencia, al igual con la llegada cara a cara de Carlos López y soportar en un segundo tiempo donde el Diriangén se volcó al frente.
Aunque el gol (57) de Erick Téllez en descuento ayudó para maquillar el resultado e inspiró por un momento a los Caciques, no fue suficiente, era demasiado tarde. De ser los amos en algún momento del futbol, Diriangén en la actualidad se ha hecho pedazos, pensaron que al ganarle al Estelí habían tocado el cielo, hoy viven una pesadilla, mientras la UNAN está en el paraíso, su presagio terminó en una realidad: moran en las alturas.
DETALLES
Aunque el Estadio Nacional de Futbol no se llenó, hubo una buena entrada, encima de las 3,000 personas. Las 10 ocasiones en que un equipo ganó el primer partido de visita de la Final, entonces se coronó. Diriangén tiene 10 años sin ganar un titulo.
Fuente y foto: laprensa.com.ni