El Real Estelí es una institución en toda la extensión de la palabra. En el modelo deportivo y el estilo de juego radica su éxito. Reclutan a los mejores jugadores y les dan continuidad. Cada año son mejores. La diversidad de recursos del Estelí es más abundante que la de sus adversarios. Si lo colectivo o individual no da resultados, la experiencia resuelve. Con esto último el Tren del Norte se coronó en el Torneo de Apertura.
A Franklin López (5’) le bastaron tres segundos sin marcación para que el Estelí venciera 1-0 ante el Walter Ferreti y le ganara por sexta vez consecutiva en una final. Fue un golazo de más de 24 metros. Una obra de arte de principio a fin.
El bombazo de Franklin nadie lo esperaba en el Ferreti. Tampoco lo vieron venir. Y es que no fue planeado. La jugada fue instintiva, un talento y recurso del volante jinotepino. Denis Espinoza, portero del Ferreti, se esforzó para evitar que entrara. De nada le sirvió. El disparo iba al ángulo.
A partir de ahí el duelo tuvo otro rumbo. El juego balanceado que se había visto en los primeros cinco minutos, cambió. El volumen de juego del Ferreti creció cada minuto. El equipo ganaba confianza para atacar y los laterales se sumaban al ataque con poco efecto.
El Estelí se concentró en cuidar el marcador y dejó expresarse al Ferreti con el balón. No tenía por qué abrirse. Así que Otoniel Olivas optó por contraatacar. Las circunstancias así lo planteaban y dejó en punta a Juan Barrera. Todos los balones iban para él, pero siempre encaraba contra tres adversarios.
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