Tras la disputa de la Copa América en la parte sur del continente, llega ahora el otro gran torneo de este lado del mundo: a lo largo de casi tres semanas se disputará en Estados Unidos y Canadá la Copa Oro de la CONCACAF, en la que Estados Unidos, defensor del título, México y Costa Rica aparecen como los favoritos.
Los estadounidenses pueden reservar el pase directo a la Copa FIFA Confederaciones 2017 con un triunfo en la Copa Oro de la CONCACAF que comienza esta semana. Los estadounidenses, a las órdenes del seleccionador alemán Jurgen Klinsmann, llegarán a la competición con un contingente de jugadores que brillaron en el Mundial de Brasil el año pasado, y se presentan como el equipo a batir tras haber ganado el trofeo continental hace dos años.
Si otra nación aspirante conquistara el codiciado título en esta ocasión, se requeriría la disputa de una repesca contra la defensora y anfitriona, Estados Unidos, para decidir qué selección representará a la CONCACAF en la Copa FIFA Confederaciones que se celebrará en Rusia. México, dueña de seis trofeos continentales, figura entre las grandes favoritas incluso sin la concurrencia del lesionado Javier “Chicharito” Hernández.
El campeonato, que disputan 12 equipos, se celebrará del 7 al 26 de julio en 12 ciudades estadounidenses. Dos de sus partidos se disputarán en Canadá. También Costa Rica acaricia este año sus posibilidades de ceñirse la que sería su primera corona regional, pues encabeza la clasificación de la FIFA para la zona de la CONCACAF en los preliminares de la Copa Oro, la primera vez en la historia que el torneo empezará sin Estados Unidos ni México como líderes de la tabla de la región. Los rivales tendrán bien presentes las gestas de los Ticos en Brasil 2014, donde se impusieron a Italia y a Uruguay en una sensacional trayectoria hasta cuartos de final.
El seleccionador alemán de Estados Unidos, en el cargo desde 2011, ha estado probando a nuevos talentos en los preparativos de la competición. Sin embargo, ha dejado bien claro a la prensa nacional que en la Copa Oro se acabarán los experimentos. Según Klinsmann, en la 13ª edición de un campeonato que los estadounidenses han ganado en cinco ocasiones (una menos que su eterno rival, México), su equipo saldrá exclusivamente a conseguir resultados.
"Tenemos la responsabilidad de ganar los grandes torneos, como la Copa Oro", declaró el alemán en una entrevista concedida en exclusiva a FIFA.com. "A veces lo importante es probar y estudiar soluciones, pero en otras compites exclusivamente por obtener resultados". Para conseguir ese objetivo, el técnico ha seleccionado un equipo de lujo, en el que figuran 17 veteranos del combinado que alcanzó los octavos de final en Brasil 2014. Entre esos grandes nombres se encuentran Clint Dempsey y Michael Bradley, quien llevará el brazalete de capitán, y el prometedor lateral DeAndre Yedlin, quien aportará velocidad por la banda.
La selección no contará con uno de sus hombres más emblemáticos, el ya retirado Landon Donovan, héroe del equipo que conquistó la Copa Oro en 2013 y participante en las últimas cuatro ediciones de la competición. Los estadounidenses se verán muy exigidos desde el principio, pues han caído en un complicado Grupo A que comparten con Panamá, subcampeona de 2013; Haití, una selección caribeña muy batalladora; y Honduras, un potencia centroamericana que anda de capa caída e incluso ha tenido problemas para clasificarse y que, por consiguiente, aspirará a demostrar su valía.
Klinsmann puede complacerse en el gran resultado (una victoria por 4-0) conseguido en un amistoso reciente contra Guatemala. Es mucho más de lo que México puede decir sobre sus preparativos. Los hombres de Miguel Herrera sufrieron un duro mazazo en un partido de fogueo contra Honduras, donde el segundo máximo goleador de la nación de todos los tiempos, “Chicharito” Hernández, se fracturó la clavícula en un aparatoso choque. El número 9 acaba de someterse a una operación para reparar la fractura y se perderá toda la competición.
La responsabilidad de crear y proporcionar goles a los mexicanos recaerá ahora en Giovani dos Santos y en el delantero centro Carlos Vela. México es cabeza de serie del Grupo C, en el que también han caído Guatemala, una pujante Trinidad y Tobago y Cuba, que acaba de quedar eliminada en la clasificación para Rusia 2018 y sin duda atravesará una crisis de confianza.
Costa Rica está liderada por su capitán y hombre más emblemático, Bryan Ruiz, cuyas hazañas en el último Mundial vivirán por siempre en la memoria de los Ticos. Sin embargo, no contará con las aportaciones de su sobresaliente guardameta Keylor Navas, suplente de Iker Casillas en el Real Madrid, de baja por una lesión en el talón de Aquiles. “Hemos llegado muy lejos y hemos conseguido mucho”, declaró Ruiz sobre los logros de su equipo, y añadió a modo de aviso: “Pero queremos más”.
Está por ver que los centroamericanos consigan emular el planteamiento táctico que desplegaron en Brasil a las órdenes de su nuevo seleccionador, Paulo Wanchope, miembro del equipo que se proclamó subcampeón de la Copa Oro en 2002. No obstante, el joven delantero Joel Campbell podría marcar la diferencia si llega con vena goleadora a un Grupo B que se antoja asequible. Los costarricenses se enfrentarán a Canadá, a una selección caribeña en horas bajas, Jamaica, y a El Salvador, que está mejorando con rapidez después del escándalo por los amaños de partidos que sacudió con fuerza el fútbol de la nación.
Los dos primeros equipos de cada uno de los tres grupos pasarán a la segunda ronda, junto con los dos mejores terceros que completarán el cartel de cuartos. La gran final está programada para el 26 de julio en Filadelfia. El triunfo llevaría a los estadounidenses directamente a Rusia, pero, de no conseguirlo, será preciso disputar una eliminatoria para determinar quién será la selección representante de la CONCACAF en la próxima Copa FIFA Confederaciones.
Fuente: fifa.com