Los panameños se sacudieron el polvo de su temprana eliminación en la competición preliminar de la Copa Mundial de la FIFA 2010 para, increíblemente, imponerse el domingo en la final de la Copa de Naciones Digicel de la UNCAF a la gran favorita del certamen, Costa Rica. Se trata del primer título internacional que conquista una selección de fútbol de Panamá.
Con esa victoria en Tegucigalpa, la capital hondureña, los Canaleros se desquitaron de la derrota que les infligió Costa Rica en la final de 2007 del mismo campeonato centroamericano. El partido estaba en empate a 0-0 al pitarse el final del tiempo reglamentario, pero Panamá no cejó hasta emendar la plana del tremendo correctivo (0-3) que le habían impuesto los Ticos en su primer encuentro del certamen. Los panameños acertaron sus cinco lanzamientos desde el punto penal y se alzaron con un 5-3 en el marcador definitivo.
A muy pocos conocedores del fútbol de la zona se les habría ocurrido pronosticar que Panamá, una selección que nunca ha participado en una fase final de la Copa Mundial de la FIFA, fuera capaz de tamaña proeza en Honduras, sobre todo después de haber quedado fuera de la fase de clasificación para Sudáfrica 2010 antes del hexagonal final, programado para mediados de febrero. La idea generalizada sobre sus carencias quedó reforzada por su contundente derrota ante los costarricenses en el primer partido.
Sin embargo, a pesar de su etiqueta de modestos, los hombres de este país apasionado por el boxeo se colaron en el segundo puesto de su grupo después de propinarle un buen revés a Guatemala, y concertaron una cita en semifinales con Honduras, otra de las grandes favoritas y anfitriona de la competición. En aquel choque, Panamá dio la campanada con la victoria por 1-0 que le aseguró el pase a la gran final.
Bajo la batuta del inglés Gary Stempel, antiguo entrenador de los juveniles, Panamá contó a lo largo de toda la fase final con la excelente contribución del veterano Ricardo Phillips, autor del gol de la victoria contra los hondureños, del fantástico guardameta Jaime Penedo, de Nelson Barahona y del que fuera gran promesa de la selección juvenil, Armando Gun. El equipo plantó cara a los Ticos de Rodrigo Kenton y consiguió mantener el marcador a cero a lo largo de los 90 minutos del tiempo reglamentario y la media hora de la prórroga. Tras la tan cacareada tanda de penales, Panamá celebró una de las mayores gestas de su historia futbolística.
Costa Rica jugó sin sus dos astros afincados en el extranjero, Bryan Ruiz y Celso Borges, y sin algunos de los jugadores más destacados de su liga nacional, hombres como Alonso Solís o Walter Centeno. Con la confianza que dan seis triunfos regionales en el bolsillo, los defensores del título esperaban hacer picadillo de Panamá en la gran final. Aunque debilitada por las ausencias, Costa Rica presentó un equipo poderoso, en el que destacaban su máximo goleador, Andy Furtado, artífice de tres goles en tres partidos, y Pablo Brenes. Los Ticos habían anotado siete tantos y recibido sólo uno en los tres encuentros disputados de camino a la final y, por lo tanto, la victoria se daba por hecha.
No obstante, fueron los panameños quienes celebraron el triunfo por todo lo alto el domingo por la noche. Y no les faltaba razón, pues alzaban el primer trofeo internacional de su historia, a pesar de que habían acertado sólo dos dianas en los cuatro partidos disputados durante los nueve días de campeonato.
Ahora, por la Copa de Oro
Como campeona de Centroamérica, Panamá se ha clasificado para la Copa Oro de la CONCACAF, a celebrar este año en una sede todavía por decidir. Con ella pasan también Costa Rica, subcampeona de la UNCAF; Honduras, la selección que ha ocupado el tercer puesto; El Salvador, cuarta posición; y Nicaragua, quinta y verdugo de Guatemala en la pugna por el último billete disponible para la prueba reina de la CONCACAF.
Ninguna selección centroamericana ha conquistado jamás la Copa Oro desde que este certamen bienal se inauguró en 1991. Honduras estuvo a punto de conseguirlo en la primera edición, pero tuvo que conformarse con el subcampeonato, un escalón por debajo de Estados Unidos. Panamá alcanzó su mejor registro en la competición de la CONCACAF en Estados Unidos 2005, año en el que llegó a la gran final, donde perdió a los penales contra la anfitriona y protagonizó la hazaña más heroica e importante en la historia futbolística de Panamá.
Las cinco representantes de Centroamérica compartirán cartel con la campeona del Caribe, Jamaica; la subcampeona, Granada; y Guadalupe. También participarán las grandes potencias de la confederación, México y Estados Unidos, que se reparten ocho de los nueve títulos de la Copa Oro de la CONCACAF. Canadá, la tercera campeona, concretamente en el año 2000, también estará presente en la edición de 2009.
Fuente y foto: fifa.com